Reseña

En el contexto de la educación superior, el estudiante es más que un receptor pasivo de información: se convierte en un agente activo en la construcción del conocimiento. Este enfoque se alinea con el paradigma educativo constructivista, en el cual el aprendizaje se concibe como un proceso activo y contextualizado, donde el estudiante construye su propio entendimiento a partir de la interacción con el entorno y la resolución de problemas.

Una de las metodologías que refleja este paradigma es el Aprendizaje Basado en Problemas (ABP), desarrollado por Howards Barrows, quien lo definió como una estrategia centrada en el estudiante que integra aprendizaje activo, resolución de problemas, trabajo colaborativo, reflexión crítica e integración de conocimientos. Estos componentes no solo promueven una comprensión profunda de los contenidos, sino también desarrollan competencias esenciales para la generación de nuevo conocimiento.

El Aprendizaje Basado en Problemas (ABP) incorpora varios componentes clave que fortalecen el proceso educativo. Uno de estos es el aprendizaje activo, que enfatiza la participación del estudiante en su proceso de aprendizaje, fomentando la exploración y aplicación de conocimientos de manera autónoma y proactiva. En este enfoque, los estudiantes toman la iniciativa de identificar sus necesidades de aprendizaje, investigan y aplican los conocimientos adquiridos a situaciones del mundo real. Además, el ABP se estructura en torno a problemas relevantes y desafiantes que los estudiantes deben resolver, permitiéndoles desarrollar habilidades analíticas y prácticas al aplicar teorías y conceptos en la búsqueda de soluciones.

Otro componente esencial es el trabajo colaborativo. En el ABP, el aprendizaje ocurre en un entorno colaborativo donde los estudiantes trabajan en equipos, fomentando el intercambio de ideas, la negociación de significados y la construcción conjunta de conocimiento. Estas habilidades son fundamentales para su futura participación en la comunidad académica y profesional. La metodología también promueve la reflexión crítica, permitiendo a los estudiantes evaluar sus estrategias, fortalezas y áreas de mejora, lo que contribuye a una metacognición efectiva y fortalece el aprendizaje a largo plazo.

Por último, el ABP facilita la integración de conocimientos provenientes de diversas disciplinas, promoviendo una comprensión integral de los problemas y el desarrollo de soluciones innovadoras. Esta integración es fundamental en la generación de conocimiento nuevo y relevante.

En el marco de estas premisas, el presente proyecto tiene como objetivo principal fortalecer el rol del estudiante en la generación de conocimiento, alineando su formación con las necesidades del entorno académico y profesional. Esto se logrará mediante la implementación de estrategias educativas basadas en el ABP y sus componentes, lo que permitirá a los estudiantes adquirir competencias clave para la investigación, el análisis crítico y la innovación.

En este marco, la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Técnica de Ambato, a través de su Unidad Operativa de Investigación, se adhiere a las disposiciones establecidas en el "Reglamento de la Dirección de Investigación y Desarrollo" de dicha universidad. Específicamente, el Artículo 14, inciso f, asigna a esta unidad la función de brindar capacitación a docentes, estudiantes y personal administrativo, promoviendo la aplicación de enfoques metodológicos y científicos adaptados a la realidad institucional, además de proporcionar asesoramiento en el diseño y elaboración de proyectos de investigación.