Reseña

La educación inclusiva ha cobrado una relevancia creciente en el debate académico y en las políticas educativas a nivel mundial. La UNESCO (2020) define la educación inclusiva como un proceso de fortalecimiento de la capacidad del sistema educativo para atender a todos los estudiantes, respetando su diversidad y eliminando las barreras para el aprendizaje y la participación. En este contexto, la formación y capacitación docente desempeñan un papel fundamental, ya que los educadores deben estar preparados para garantizar la enseñanza de calidad a estudiantes con necesidades educativas especiales (NEE). Sin embargo, en muchos países de América Latina, incluida Ecuador, persisten desafíos significativos en la preparación de los docentes para abordar la inclusión de manera efectiva.