Reseña

El desarrollo de habilidades científicas en los estudiantes es un componente esencial de la educación en el siglo XXI. En este contexto, la enseñanza de Química y Biología a través de experiencias prácticas en laboratorios integrados se ha convertido en una estrategia clave para mejorar la comprensión de conceptos científicos y fomentar el pensamiento crítico. Investigaciones previas han demostrado que los enfoques basados en la experimentación aumentan significativamente la retención del conocimiento y la motivación de los alumnos en comparación con métodos puramente teóricos.