Reseña

Tú puedes vivir con más gozo y con más alegría, siempre y cuando tengas la convicción, la certeza, que estás en este mundo, porque Dios quiso que nacieras para cumplir un propósito maravilloso establecido por Él mismo (Jeremías 1, 5). Las personas más alegres, son las que creen y confían en las promesas de Dios.

Un ejemplo nos da el apóstol Pablo, pues a pesar de tantas adversidades que tuvo que afrontar, realmente era un hombre que vivía con tremendo gozo, y era tan consciente de ello que hasta llegó a decir:
“Y todavía me alegraré más, pues yo sé que todo esto será para mi salvación, gracias a las oraciones de ustedes” (Efesios 6, 18-21).

Mientras te mantengas alegre, siempre tendrás una mejor salud física, mental y espiritual. La alegría es un Mandamiento y un deber para el cristiano.

Hermano, sin importar lo que te haya sucedido, es hora de continuar tu vida como Dios quiere: con valentía, con alegría, con entusiasmo, con fe y con esperanza.
“Echen fuera la amargura” (Efesios 4, 31)