Reseña

Este no es solo un libro. Es un refugio. Un espejo. Un abrazo para todas aquellas personas que alguna vez amaron hasta romperse.
Lo que aprendí cuando me rompí es la historia real de una mujer que lo tuvo todo… y lo perdió todo. Que brillaba por fuera, pero se apagaba por dentro. Que amó con el alma, cayó sin red y, en medio del abismo, descubrió que el dolor puede ser maestro y que la ruptura, a veces, es el único camino de regreso a una misma.
Con una narrativa íntima, valiente y sin adornos, la autora nos lleva de la mano por sus heridas más profundas, sus relaciones marcadas por la dependencia, el miedo, la traición… pero también por su renacimiento. Porque este libro no es una tragedia: es un testimonio de fuerza, un mapa hacia la sanación, un recordatorio de que incluso después de rompernos, podemos reconstruirnos más conscientes, más libres, más nuestros.
Este libro no ofrece fórmulas mágicas ni finales de cuento. Es una confesión honesta, valiente y profunda. Un recorrido real desde la herida hasta la sanación, desde el silencio hasta la fe, desde el miedo hasta la transformación.
Si alguna vez sentiste que el amor dolía más de lo que sanaba, que te perdiste intentando sostener a otros, o que tus fuerzas no eran suficientes… esta historia te recordará que Dios nunca llega tarde, y que hasta en las ruinas puede florecer la vida.
Romperse no fue el final. Fue el comienzo del propósito de Dios.