Camilo Morán Rivas
Maestro Huella de las universidades del Ecuador: Relatos de vida de docentes universitarios Vol. 3
La universidad, a través de los siglos hasta nuestros días, ha sido un espacio privilegiado para el encuentro entre el saber y la ética, entre la razón y la responsabilidad, entre lo científico y lo humano. Por consiguiente, no es casual que en ella se hayan gestado revoluciones intelectuales, políticas y sociales; ni que haya sido el nicho de grandes pensadores, el refugio de los rebeldes con causa, críticos y soñadores que pensaron en un mundo otro. Pero más allá de su dimensión histórica o institucional, la universidad sigue siendo —o debería seguir siendo— una comunidad de aprendizaje donde el docente no solo enseña, sino que transforma, inspira y deja huellas en sus aprendices.
Este libro, fruto de una investigación rigurosa y comprometida de cuatro años, aborda con profundidad y sensibilidad uno de los temas más urgentes de nuestra época: la vocación ética del maestro universitario como guía moral, intelectual y existencial. En un mundo cada vez más tecnificado, instrumentalizado y fragmentado, donde la educación corre el riesgo de convertirse en mero entrenamiento técnico o en mercancía consumible, urge recuperar el sentido humano y liberador de la docencia desde la dignidad del ser.
Es el momento para reflexionar sobre lo que significa ser un “Maestro Huella” , aquel docente cuya presencia permea y atraviesa las aulas y los programas académicos, aquel transmite conocimientos mientras forma conciencias, despierta vocaciones, fomenta el pensamiento crítico y genera pulsiones. Este maestro no se reduce al rol funcional de “competente”, sino que asume una responsabilidad ética profunda: formar ciudadanos libres, conscientes y comprometidos con la justicia social con dignidad.
Desde una perspectiva filosófica y pedagógica, el texto se nutre de corrientes tan diversas como el humanismo clásico, el existencialismo, el marxismo, la fenomenología, el constructivismo y, especialmente, la pedagogía crítica de grandes autores. A través de estas miradas, hemos tratado de construir una visión integral de la educación superior como lugar de encuentro entre lo racional y lo sensible, entre lo teórico y lo práctico, entre lo individual y lo colectivo.
No se trata, pues, de un libro más sobre docencia universitaria. Es una llamada urgente a repensar el rol del profesor como mediador del conocimiento y actor político, moral y cultural. En este sentido, la docencia no es neutra ni aséptica: es siempre un acto ético, un compromiso con la verdad, con la dignidad humana y con la posibilidad de un mundo más justo en donde cohabitar y encontrarnos.
Como bien señala Dussel, la solidaridad con los excluidos —Los Nadies de Galeano—, debe ser el principio orientador de toda acción ética y política en la universidad. Esta idea recorre, atraviesa y abre brecha en todo el texto como un hilo conductor, recordándonos que la universidad no puede vivir aislada del mundo real, sino que debe ser un laboratorio de alternativas, un espacio para nuestras —epistemologías emergentes— y de emancipación colectiva.
Agradezco profundamente a los investigadores, docentes y estudiantes que han hecho posible esta obra. Nuestro trabajo se ancla en la ilusión de enriquecer el campo académico y contribuir a fortalecer una visión humanista y crítica de la educación universitaria en Ecuador y en América Latina. Este libro es un testimonio valiente y necesario de que aún hay quienes creen en la educación como herramienta de transformación, y quienes, día a día, deciden dejar una huella imborrable en la vida de sus estudiantes.
Espero que esta lectura inspire a muchos a retomar la antorcha del saber y la ética, y a continuar caminando hacia aquella universidad que forma profesionales y ciudadanos libres, críticos y comprometidos con la dignidad humana