Un rayo de luz en el valle de las sombras
Para cada persona las dificultades son muchas y variadas; desde estar distanciados de la familia, la pérdida del empleo, la ansiedad o la fatiga y hasta el luto tras despedir a un ser querido sin haberlo visto.
Nadie tiene el mañana asegurado y no se trata solamente del Covid 19, sino que hay tantas otras cosas: el cáncer, un infarto, un derrame cerebral, una peritonitis, un accidente ...
Esta pandemia nos ha hecho recordar con dureza, que nada nos pertenece, que no tenemos control sobre nuestra vida y que la misma es muy frágil; que puede terminarse en cualquier momento.
En el lecho del dolor aprendemos que frente a la inminencia de la muerte, solo nos queda Dios. En esos momentos descubrimos que sin fe uno ya está muerto.