Reseña

El carácter y la presencia de la cultura incaica en el territorio ecuatoriano actoral es un tema que hasta ahora no ha sido tratado satisfactoriamente. Un paso esencial en el proceso de su evaluación a raíz de la ciencia actual sería la ampliación de la base documental tanto en cuanto a los documentos escritos como a los complejos arqueológicos.
La republicación del trabajo presente en el margen de la celebración del Cincuentenario de la fundación del Instituto Otavaleño de Antropología (IOA) puede ser un pequeño aporte en este sentido. Aunque se trata de una tesis doctoral escrita hace más de cuarenta años, el material principalmente cerámico aquí presentado, sistemáticamente documentado en las colecciones públicas y privadas del país, además de la arquitectura y los restos de excavaciones, constituye un conjunto importante para una evaluación más profunda de lo que era la cultura incaica en el Ecuador.
Se puede constatar que las conclusiones básicas sacadas en aquel entonces quedan en pie hasta ahora. Esto concierne tanto a la distribución espacial del material como también a las consideraciones cronológicas. En cuanto a la aplicación de la llamada “versión corta”, es decir una invasión de los incas en el Ecuador sólo a partir de 1470 o aún más tarde, sugerida a base de la interpretación de las crónicas, la hemos considerado poco adecuada como para interpretar la distribución de elementos culturales en el país, sea por influencia voluntaria (intercambio directo o indirecto) o involuntario (conquista política o militar). Recientes dataciones han confirmado la interpretación de que este proceso se inició algunas décadas más anteriores.