Reseña

La labor de la enfermería es el pilar fundamental en la atención de salud, y en el entorno quirúrgico, esta función se amplifica para garantizar la seguridad y el bienestar del paciente en cada una de sus etapas. Este libro surge de la necesidad de unificar y profundizar en los hallazgos de diversas investigaciones que abordan el proceso de cuidado enfermero en el área quirúrgica, desde la preparación inicial hasta la recuperación final. A través de este trabajo, buscamos ofrecer una visión integral y metódica que sirva de guía para los profesionales de enfermería.
La primera parte de esta obra se enfoca en la etapa pre-quirúrgica, un período crucial para la valoración holística del paciente. Como se ha demostrado en estudios de caso, la atención de enfermería no solo se limita a la preparación física, sino que abarca el manejo de la ansiedad y el estrés, elementos que impactan directamente en el éxito de la intervención. Se destaca la importancia de una comunicación efectiva tanto con el paciente como con sus familiares, asegurando un ambiente de confianza y reduciendo al mínimo los contratiempos en la planificación quirúrgica.
Posteriormente, nos adentramos en la fase transquirúrgica, un espacio de alta precisión y coordinación. Un capítulo clave se dedica al cumplimiento de la pausa quirúrgica, un protocolo de seguridad que ha probado ser vital para prevenir eventos adversos. En este segmento, se resalta el papel irremplazable del personal de enfermería en la verificación de datos del paciente, el instrumental y el sitio de la cirugía, demostrando que su compromiso y conocimiento son determinantes para la seguridad del quirófano.
Finalmente, exploramos el cuidado post-quirúrgico, donde la enfermería aplica modelos estandarizados, como el de Virginia Henderson, para asegurar una recuperación sin complicaciones. Aquí se detallan los procedimientos para prevenir infecciones, manejar el dolor agudo y fomentar la movilidad temprana. Este enfoque estructurado subraya la importancia de un seguimiento continuo y una atención basada en la evidencia.
Este trabajo no solo sintetiza hallazgos, sino que también honra la dedicación y el conocimiento del personal de enfermería. Es un llamado a la continua profesionalización y a la implementación rigurosa de protocolos que, en cada una de las fases, confirman que el cuidado de calidad es el resultado de la experiencia, la colaboración y una atención humanizada.