Reseña

Durante el lapso de un año acometí la labor de trabajar con veinte caricaturas que estimularon mi imaginación. Pretendí invertir el proceso tradicional de ilustrar textos. "Texteé" las ilustraciones a diario. A semejanza del "action painting", hubiese podido haberlo llamado "literatura en acción", pero hubiese sido desvirtuar la naturaleza del proyecto, que fue una obra obrándose, un ente dinámico, un proceso en evolución, un escrito sobre la marcha, una escritura progresiva. Nunca llevé un plan prefijado y la categorización fue posterior, pero las invocaciones a los cuatro elementos clásicos influenciaron de manera subterránea en la estructura de la obra. El objetivo inicial era tomar a los personajes de forma cómica, pero estos tuvieron mucho para decirme. Fueron los personajes quienes me susurraron las palabras. Siempre tuvieron vida propia y ya no los pude dominar. Todos los poemas, historias y monólogos, de cierto modo se concatenan, conservan una visión global aunque a simple vista aparezcan como destellos inconexos en una exhibición de juegos pirotécnicos. El presente libro pretende ser una fiesta del humor y la ironía, pero al mismo tiempo aspira a constituirse como una rara invitación a la reflexión y a la extrañeza.