Contabilidad de activos no financieros (Tratamiento contable con base a la Norma Internacional de Información Financiera para las Pyme 2015)
Los autores de este libro son insignes profesionales suramericanos, con
currículos impresionantes con todos los atributos académicos requeridos y los conocimientos específicos que se necesitan para hacer una obra tan ambiciosa como esta. Son extraordinarios profesionales, venezolanos y ecuatorianos, quizá los mejores de Venezuela y Ecuador. Cada uno aporta lo mejor de su experticia. A la mayoría los conocí en actividades profesionales, en los espacios de la Universidad de Los Andes, estudiando las Normas Internacionales de Información Financiera, sin envidias, sin arrogancias, sin mezquindades. Lo hicimos como niños disfrutando de un nuevo juguete que compartimos con generosidad, utilizando un tiempo precioso que pudimos utilizar para compartir en familia o estudiar otro idioma, pero, de alguna manera, todos los involucrados presentíamos que era necesario prepararnos para lo que parecía iba a suceder, que la normativa que se estaba imponiendo a nivel global, llegaría a nuestros países. Lo hacíamos desde principios del nuevo siglo, cuando todavía no se había decidido, ni siquiera anunciado en público, que estaríamos trabajando con estas normas internacionales en el corto plazo. Mucho menos que a partir de julio del 2009, habría un juego de normas para medianas y pequeñas empresas, modificadas en el año 2015, llamadas Normas Internacionales de Información Financiera para Pequeñas y Medianas Empresas, que es el contenido de este tan importante libro.
Las Normas Internacionales de Información Financiera se transforman en el idioma contable global que permite que la información financiera relacionada con las diferentes operaciones de las diferentes empresas, se pueda entender, bajo premisas de relevancia, fiabilidad y comparabilidad principalmente, no importa en qué parte del globo terráqueo se encuentre la entidad. No importa cuales son las condiciones de la región geográfica donde la entidad produzca
sus operaciones, ya que, bajo este único lenguaje la información reflejará las situaciones a las que está expuesta esa operación y el lenguaje abstracto de esas operaciones, se traducirán al lenguaje contable, ahora universal, que el usuario de los estados financieros podrá comprender y que le servirá para tomar sus propias decisiones.