Reseña

En el Ecuador, a lo largo de su azarosa vida republicana, entre dictaduras y gobiernos democráticos, la quiebra de la institucionalidad jurídica por parte de las élites gobernantes, ha supuesto una constancia histórica. Ni desde la izquierda ni desde la derecha, se ha problematizado en torno al valor esencial, que para una sociedad en construcción, supone la existencia de un poder judicial independiente y a la vez democrático en la preservación de los valores y derechos inherentes al ser humano, como son el respeto por la persona, el derecho a la vida y a la libertad personal, el nexo entre legalidad y libertad, la separación entre el derecho y la moral, la tolerancia política, la libertad de conciencia, derechos todos estos conquistados por las fuerzas políticas y sociales que en su accionar revolucionario las arrancaron del poder de las clases dominantes en distintos momentos de la historia. Este libro analiza los avatares por los que ha atravesado el poder judicial en el Ecuador, sus vínculos estrechos con el poder político, su juego en las coyunturas y la pérdida de credibilidad de la sociedad frente a sus instituciones judiciales.