El diablo de la botella
Keawe, un corriente navegante hawaiano, compra una extraña botella de cristal en la que mora un escalofriante demonio que puede cumplir todo tipo de deseos. Antes de adquirir el insólito artefacto, Keawe es advertido por el anterior dueño de la botella que tendrá que sacrificar su alma y permanecer la eternidad en el infierno si no se deshace de ella antes de morir. Para ello, el poseedor de la botella tendrá que venderla a un precio inferior del adquirido.
El diablo de la botella (1891) escrito por el escocés Robert Louis Stevenson, es un relato corto que muestra las costumbres, supersticiones y magia de los pueblos de las islas que este magnífico autor siempre amó.