Las casas del río de Guayaquil: Arquitectura vernácula de el Jobo
Una historia de 283 años (1736-2019)
La arquitectura vernácula es la expresión más natural y evidente del modo de ser de un grupo humano. Representa su devenir histórico, sus circunstancias culturales y la síntesis de sus orígenes e influencias. Aparece en el campo de manera congruente con las características geográficas y se enmarca positivamente en el paisaje.
La casa vernácula de cada región, mantiene unidad y correspondencia con su entorno; los materiales utilizados en el proceso constructivo, sean éstos inorgánicos como piedras, tierra, adobes, ladrillos, tejas, u orgánicos como troncos de árboles, bambúes, palmas, hojas, bejucos, fibras, son productos generosamente ofrecidos por el medio físico y cuya manufactura, tratamiento y empleo, se fundamenta en modos preindustriales, repetitivos y en tradiciones, cuyo origen se pierde en épocas pretéritas.
Los materiales tradicionales responden a las demandas que la técnica constructiva vernácula exige. El método ha sido eficaz durante siglos; y la forma y costumbre de hacer adobes; de dimensionar y ensamblar las piezas de madera, así como las formas de amarrar los bejucos y el “sapán” entre otros procedimientos, requieren de urgente rescate para su registro y estudio, por constituir el saber tradicional de nuestros habitantes y el patrimonio cultural del país.