Reseña

Escenarios deportivos: dan menos de lo que piden.

En una oferta de entretenimiento tan grande como la que
tiene Ecuador, el deporte compite con un sinfín de opciones
que las personas eligen al momento de decidir cómo pasar su
tiempo de ocio o sus horas de distracción. El fútbol, el deporte
más popular del país, lucha por ganarse un lugar en la preferencia de los aficionados, quienes son parte del motor que le da vida a esta industria a través de la asistencia a los estadios.

No es para nadie una novedad que los estadios en Ecuador se
han ido despoblando y las taquillas más altas apenas permiten
cubrir los gastos mínimos de las programaciones, sin embargo, no ha existido un diálogo a profundidad de las causas, consecuencias y soluciones a este problema que ha debilitado las finanzas de los clubes deportivos de alto rendimiento. Parecería que todo pasa por la falta de espectáculo en los partidos, la crisis económica que ahuyenta a los aficionados de las boleterías o los horarios de las programaciones, más televisivos y cada vez menos convenientes para el hincha de los graderíos.

Cuentan los registros históricos que hace algo más de medio
siglo el parque o la iglesia eran las atracciones más concurridas por los quiteños básicamente porque eran las pocas alternativas con las que se contaba para socializar los fines de semana. Nuestros padres o abuelos se enamoraron con miradas cómplices durante las misas o compartiendo interminables horas de conversación en la plaza central. Pero hoy el mercado es infinito, restaurantes de todas las categorías, centros comerciales, eventos artísticos a granel, salas de cine
cada vez más tecnológicas son parte del menú de pasatiempos a nuestro alcance y todos ellos rivalizan directamente con la puesta en escena de los escenarios deportivos. Ni hablar de los dispositivos móviles.

Este estudio ha querido escuchar al aficionado para que valore
los servicios que prestan los principales campos de fútbol de la
provincia de Pichincha y cómo esta valoración incide en el
interés que tiene el hincha para pagar por un boleto y dedicarle horas valiosas de su recreación a mirar un partido. Mediante un meticuloso proceso de recolección de data a través de encuestas, cumpliendo con el filtro de que nuestros encuestados hayan visitado al menos una vez los cuatro principales recintos de la provincia y detallando una valoración de accesibilidad, infraestructura, higiene y costos de los servicios que brindan cada uno de estos espacios, se ha llegado a calificar a las instalaciones, considerando que el factor de comodidad es directamente proporcional a la asistencia de los aficionados a estos centros de diversión.

Tomando en cuenta una muestra considerable para la media
de la provincia y esgrimiendo factores que estudian los niveles
de satisfacción que valoran desde el proceso de aparcamiento, venta de boletos, baños y alimentos, considerando incluso elementos como señalización, seguridad y estado de la cancha, podremos aportar mediante este estudio algunos datos que les permitan a los gestores del deporte fortalecer su propuesta, pues mientras los centros comerciales cubren cada vez más necesidades desde sus vitrinas, los restaurantes ofertan nuevas experiencias en sus instalaciones, los eventos
artísticos se tecnologizan y cubren sus aforos con ventas en
línea y los cines cuentan con sillas futuristas y salas climatizadas, los estadios siguen la lógica que los pensó en los años cincuenta del siglo pasado y se les hace cada vez más difícil competir con la infinidad de alternativas que plantea la moderna industria del entretenimiento.