Tras las cenizas y el sismo
Vivienda en la Sierra rural de Ecuador y Perú
En la imagen de postal de la serranía andina suelen aparecer, en las faldas de las montañas, pajonales dorados salpicados por casas de tierra techadas con teja y blanqueadas con cal. En décadas recientes, esta arquitectura “tradicional” ha sido considerada bajo amenaza dado el avance de las técnicas constructivas modernas, como el hormigón. Lorena Toro cuestiona la oposición tradicional-moderno mediante una reflexión compleja sobre la construcción de vivienda en la ruralidad serrana.
Dos desastres naturales que golpearon a dos poblados de los Andes son el referente de esta obra: la emanación de ceniza del volcán Tungurahua, Ecuador, (en 2006) y el sismo de Ica, Perú, (en 2007). La ceniza causó graves daños en el poblado ecuatoriano de Quero, y el sismo en la localidad peruana de Huaytará. Para analizar las respuestas a estas dos emergencias, la autora construye un modelo en el que integra a los actores, las opciones de reconstrucción y los efectos de estas decisiones en los territorios.
Toro establece que la geografía no determina que una localidad resulte marginada, sino que se trata de una construcción a lo largo del tiempo. Sostiene que en situaciones excepcionales se revelan órdenes sociales preexistentes y, a menudo, inadvertidos. Desentraña cómo el ideal modernizador ha influido –e influye– en la vivienda rural, en particular desde inicios del siglo XX. Expone cómo el Estado no alcanza a comprender suficientemente las expectativas e intereses de las poblaciones involucradas y ello perjudica el éxito de sus intervenciones. En suma, su reflexión sobre la arquitectura apunta a cerrar las brechas entre el espacio imaginado y el vivido.