Reseña

Este libro trata diversos aspectos relacionados con la violencia de género, su contenido sigue un camino cronológico y en muchos sentidos lógicos, ya que en su primer capítulo, titulado “La violencia de género”, se ocupa de historizar la implementación del patriarcado en el mundo. La mayoría de la población actualmente está convencida de que la supremacía de los hombres sobre las mujeres es un hecho natural, esto es, que siempre ha sido y siempre será así, pero no lo es, por ello esta sección trata esos orígenes y ese proceso de cimentación de un sistema que beneficia a la mitad de la población. También, y no menos importante, establece las bases conceptuales para entender semántica y semióticamente la violencia de género. En el convencimiento de que los contenidos de las palabras revisten la mayor importancia en la comprensión de un tema.
En el capítulo dos ya se adentra en temas de igualdad y de feminismo, ambos términos ligados a los derechos de las mujeres de manera insoslayable, puesto que es el feminismo el que viene a cuestionar el status quo impuesto por el machismo y la misoginia del patriarcado. El feminismo, sustenta en este apartado, es la construcción teórica que viene a exigir igualdad de derechos y oportunidades. Su andadura no es muy antigua, pese a que mujeres que se han rebelado contra este estado de cosas han existido durante todos los tiempos.
El penúltimo capítulo, “tipificación y feminicidio”, se adentra en la cuestión jurídica de la violencia de género. Esto es, en la determinación de delitos de aquellas acciones violentas en contra de las mujeres que durante varios milenios el patriarcado había considerado como, primero, derecho de los hombres sobre las mujeres al ser estas catalogadas como propiedad de ellos y de segunda categoría, segundo, una cuestión estrictamente del ámbito privado, por tanto, fuera de la intervención del derecho. Pero esas ideas reaccionarias que tanto perjudicaron a las mujeres en todos los tiempos desde la implantación del patriarcado fueron cambiando poco a poco, gracias a la lucha denodada de las feministas.
Por último, un capítulo sobre el estado de la cuestión en estos lares, es decir, en la región latinoamericana. Una región profundamente religiosa, donde los constructos sociales creados por la religión católica para perjudicar a la mujer convirtiéndola en la culpable de todos los delitos que en ellas cometían los hombres por obra y gracia de decir que ellas son tentadoras y los hombres débiles, siguen tan vigentes como hace siglos. El machismo es total en algunos países como ecuador, donde los hombres siguen detentando el poder y las mujeres, pese a un escenificado sistema de cuotas, solo son elementos decorativos en las empresas y en los partidos políticos. Incluso en la cultura, los hombres cabildean para que estas no obtengan reconocimiento. El estado del machismo y la misoginia en la región es, pues robusto.