Reseña

A la verdad, este hombre es un hombre invisible, al menos lo era ante
mis ojos. Tan invisible como Jabes (1 crónicas 4:9). Son personajes que
simplemente entran en la historia para irrumpir el paisaje de un mal día.
De más está decir que muy pocos lo toman de ejemplo para relatar sus
mensajes. Es más, algo me dice que no tienes la menor idea de quién será.
Te advierto, si buscas su nombre en el internet, lo más probable es que te
lleves una decepción, pues el tipo no tiene tantos resultados como otro
de los personajes bíblicos. Pero no te angusties, hoy te lo voy a presentar.
Comencemos…
Cada vez que leo uno de los errores de David, mayor convicción tengo
de que de verdad David fue un hombre común y corriente, o sea, no era
alguien de otro mundo. A lo que quiero llegar es, que no es imposible ser
un hombre conforme al corazón de Dios.
¿Eres mortal? David lo fue. ¿Tienes errores? David los tuvo como no te imaginas.
¿Eres menospreciado? David también lo fue. Sin embargo, insisto,
nada fue obstáculo para que en un futuro vean a este guerrero como un
molde de lo que debería ser el resto.