Economía para cambiarlo todo
Feminismos, trabajo y vida digna
La Economía Feminista emerge con propuestas y alternativas radicales para el sostenimiento de la vida, generando apuestas prioritarias y necesarias para la defensa de los derechos. En otras palabras, la Economía Feminista busca generar propuestas económicas que incluyan a todas las personas, enfatizando la protección social y los cuidados de las personas y de la naturaleza. Su objetivo es claro: visibilizar lo que el modelo tradicional oculta intencionalmente, es decir, todo el trabajo reproductivo y de cuidados realizado, principalmente, por las mujeres y cuerpos feminizados. Si tal trabajo fuese monetarizado en Ecuador abarcaría un considerable 19% del Producto Interno Bruto (PIB), superando casi tres veces a los ingresos petroleros.
Las tareas de la Economía Feminista para lograr tales objetivos son arduas. Las brechas salariales entre hombres y mujeres son todavía escalofriantes. Si se desagrega por uso de tiempo, lo que reciben las mujeres incluso disminuye, ya que destinan más tiempo a las tareas de cuidado, usualmente no remuneradas. Considerando las brechas de acceso a la tierra y al agua, la situación es incluso más precaria.