La ciudadanía por un Pacto Social en Ecuador
El Pacto se plantea una ruta, en la cual de genere discusión en los diversos espacios en todo el país, a partir de insumos que se producen en las mesas temáticas como resultado de la deliberación de sus integrantes y de quienes se suman al proceso. De esta manera se entrega al país literatura que pone la reflexión al día en varios aspectos de la coyuntura y la estructura nacional, regional y mundial; además desde una perspectiva descentralizada, pues se propone una alternativa que se geste desde lo local bajo una nueva modalidad del Estado.
En lo pragmático, el Pacto es una alternativa porque advierte un escenario de complejidad en todos los ámbitos. En lo político es probable un contexto de fragmentación en la Asamblea que se elegirá para el nuevo período, debido a dos aspectos: 16 candidaturas corren por la Presidencia y 280 organizaciones políticas (partidos y movimientos) compiten desde los espacios locales para ocupar las curules, en provincias que registran tres o cuatro veces más candidatos que los cargos para ocupar. En ese sentido, se presume que el mandatario electo no contará con una mayoría absoluta ni relativa que le posibilite un margen de gobernabilidad que no esté condicionado a las alianzas móviles del Legislativo. En ese caso, el presidente tiene como opción el gobierno vía decreto, la consulta popular con modalidad de referendo y plebiscito si la Corte Constitucional da paso y el envío de leyes con carácter de urgente.
En lo económico, el país afronta el mayor desempleo de la historia, déficit fiscal, el cumplimiento de los acuerdos con los multilaterales de crédito, el reflotamiento de la producción y atraer inversión extranjera directa. En otras palabras, sostener y consolidar la dolarización. En lo social, es un reto la recomposición del tejido y la progresividad de los derechos. Tampoco deja de ser un reto menor combatir la impunidad y la corrupción.