Reseña

“Crónicas de Inspiración de un poeta”, es su primera cosecha literaria. La palabra crónica, en su contextualización, recoge en orden aquellos momentos que como improntas dejaron huellas en su corazón, entonces ya comienza a trabajar con la palabra y dice: Pienso conquistar esas pupilas / de diamantes puros, / de pétalos rebeldes con lenguaje de cielo; / alborada callada de caramelo, / cántico almíbar de luz al horizonte., aquí surge ya la poesía fresca y cautivadora.
En cuanto a la forma, el libro inicia con cinco sonetos. El soneto exige una laboriosidad artística de las palabras y Ronald intenta lograrlo. Un cuarteto del poema Chocolate caliente, muestra que va por buen camino y expresa: Vestí la inspiración de mi poesía/ en la dulce tristeza de sus ojos/ que vivió un esplendor de medio día/ con miradas de flores y de hinojos/. De ahí en adelante, en el libro prevalece el verso libre, el poema ya no se somete a la rigurosidad métrica, prefiere la libertad; en esa libertad se cultiva también la música, cuando por ejemplo fluyen de manera natural, palabras graves que dan armonía al verso, como en el poema A mi madre: Los versos que solo se dicen en secreto/ van grabados en el alma cual amuleto/ y se pronuncian con suave armonía. /