Reseña

La experiencia de enfrentarse durante meses al covid-19, lejos de casa, en la amada nación caribeña República Dominicana, llevó a Vanessa Palacios Quiñonez a escribir cincuenta reflexiones sobre diversos tópicos que en medio de tal realidad le sostuvieron a ella, a sus acompañantes y a los miembros de las numerosas comunidades cristianas a las cuales llevó la Palabra.

La autora entrega en esta obra, la esencia de la imprescindible resiliencia que nos sostiene, no solo para sobrellevar las circunstancias adversas propias de la pandemia, sino más allá de ella, cuanto acontecimiento hostil pueda aparecer ante nosotros a lo largo de nuestras vidas, atentos al hecho de que ningún proceso es eterno, no hay problemas perdurables, los conflictos no son inmortales y el llanto no es sempiterno. Las dificultades no llegan para quedarse sino para hacernos más fuertes. Más allá de la magnitud del problema afrontado, más allá de cuán golpeados por este resultemos, lo fundamental es que jamás nos aceptemos como víctimas, sino, incluso en el horrible de los escenarios, como sobrevivientes.