Universalidad del capitalismo
En la actualidad, la única representación reconocida es la del poder en la conducción del Estado. La declinante contradicción socialismo-capitalismo descansa en paz.
En 1989 ‘reapareció’ la unidad de la economía mundial. Con el surgimiento de aquella economía nace una tendencia hacia la superación de esas diferencias de evolución y un nuevo orden en el cual sectores obsoletos habrían de anticiparse a no morir, simultáneamente tienden a extinguirse culturas sin capacidad productiva ni tecnológico; generaciones obsoletas frente al avance científico-técnico sienten acabarse.
El mundo de ayer ofrece su pasado, quedó atrás; el nuevo orden internacional se impone, es un reordenamiento distinto, contenido esencial del presente XXI. Se acentúa la globalización de intereses y ritmos del movimiento social.
El Estado del XXI asume tendencias de transformación profunda y vigorosa que opere la mundialización de la estructura política hacia una brújula global.
El avance del capitalismo en tanto crecimiento y mutación de vínculos estatales es probable que no haya alcanzado el nivel en el cual podrían surgir novedosas relaciones predispuestas a la unidad planetaria del sistema.