Reseña

La tesis, también llamada informe o trabajo final de grado (o de titulación), consiste en
exponer una idea (la hipótesis) y defenderla con argumentos razonados mediante un
discurso escrito (la tesis), fruto de un proceso de investigación. Claro está, esa
investigación, que concluye con la presentación de un informe ante un jurado
calificador, se cumple de acuerdo a determinadas normas (la metodología), avaladas
por la comunidad científica.
Ahora bien, elaborar la tesis es motivo de preocupación, por decir lo menos. Sin
embargo, no debería ser de este modo, porque si se trabaja de manera organizada y
se le dedica el tiempo necesario el esfuerzo realizado dará frutos excelentes. Como
bien nos dice Eco (1995): “Hacer una tesis significa aprender a poner orden en las
propias ideas y a ordenar los datos: es una especie de trabajo metódico…” (p. 20).
Pero, en todo caso, uno de esos angustiados universitarios en el compromiso de
elaborar su informe de titulación, este libro puede serte de alguna ayuda.
Entonces, para superar con satisfacción este episodio de la vida académica, y aliviar
un poco la ansiedad de los futuros profesionales, comencemos por desmitificar lo que
es una tesis. En primer lugar, no se debe olvidar que la misma representa un requisito
más, entre los muchos exigidos, para obtener un grado académico.
Luego, es bueno aclarar también que su objetivo no es la de hacer descubrimientos
trascendentales, que cambien el curso de la historia de la humanidad. Por supuesto, si se logra esto último sería fantástico, y sin duda ha habido casos de este tipo. Pero, por lo pronto, y por razones que se explicarán más adelante, es suficiente que nuestra tesis se enfoque en problemas menudos, vinculados a la cotidianidad de quien la
realiza, de tal manera que pueda darles, mediante la aplicación de los conocimientos de su profesión, alguna solución a los mismos.
Llegados aquí, resulta oportuno recordar los pilares que sustentan los estudios universitarios, ellos son: docencia y enseñanza, vinculación con la empresa y la colectividad y, por último, investigación y difusión de conocimientos. Siendo en este tercer eje donde se encuentra la justificación de exigir, previo egreso de los alumnos, una investigación de tipo científica. Condición distintiva, por cierto, de lo que significa haber pasado por una Alma Mater.