Reseña

Este álbum fotográfico tiene el objetivo principal de generar un aprendizaje de nuestra historia, cultura y tradición y a la vez rescatar la memoria fotográfica de la ciudad con imágenes del Parque Calderón a través del tiempo, es decir desde antes que arranque la historia de la fotografía en Cuenca, por cuanto existen grabados realizados por Taylor y publicados por la revista Francesa “ Le Tour du Monde” cuyas ilustraciones fueron tomadas de fotografías atribuidas a Camilo Farrand, un norteamericano que estuvo posiblemente en Cuenca en 1874 pero estas nunca fueron conocidas hasta cuando Taylor publicó sus grabados.

Hacia 1882 empiezan a aparecer fotografías de la ciudad la mayoría de ellas anónimas, muchas de ellas deben pertenecer a Federico Guerrero Sojos que es el pionero de la fotografía en la ciudad. Luego aparece Manuel Alvarado quien nos ilustra con fotografías de finales del siglo XIX. Pero sin duda alguna a inicios del siglo XX aparece el Dr. Manuel Jesús Serrano, quien deja su profesión para dedicarse a la fotografía asociándose varios años después con José Salvador Sánchez y son estos quienes nos dejan un gran legado, una riqueza fotográfica impresionante que perdura a través del tiempo. Se van sumando a ellos fotógrafos como Rafael Sojos, Manuel Agustín Landívar, Víctor Coello Nortiz. Luego de 1956 con la muerte de Serrano toma la posta Ortiz y Tello, para los años 70 se siguen sumando a ellos López Monsalve. En la actualidad tenemos fotógrafos que nos han ido enriqueciendo como Patricio Montaleza, Juan Carlos Astudillo ( La Tuga), Felipe Serrano, Gabriel Art, entre otros y tras de ellos vienen un sinfín de amantes a la fotografía y menciono como amantes por cuanto no están dedicados a esta profesión, por el contrario su hobby favorito nos va legando con recuerdos fotográficos enriquecedores como Homero Ortega, Carlos Alberto Iglesias Cabrera, Ana Lucia Montesinos y a este su servidor, a más debemos sumarles a ellos a extranjeros que se han radicado en la ciudad pero que la aman como si fuera suya, me refiero a Jane Hiltbrand y a Bob Horowitz