Reseña

Este libro unifica dos pasiones, la de un supuesto fotógrafo amateur y la de los guayaquileños que salen todos los fines de semana a jugar futbol callejero. Este proyecto empezó hace más de seis años cuando Pepe decidió acercarse al futbol, deporte del cual no conoce mucho pero que llamaba su atención por el fanatismo de su hijo. Recorrió diversas areas de la ciudad como la Calle San Martin, el Barrio del Astillero, la Calle Brasil entre otras para documentar como el fútbol se tomaba la ciudad. En sus visitas conoció a Jose Choez, fabricante de pelotas, al capitán cavernícola, pago $5 para formar parte de un equipo de futbol de calle, conoció a Aaron un chico que le pidió que le saque fotos porque su sueño es ser futbolista, estas son pocas de las miles de historias que mantiene Pepe de su experiencia en las calles de Guayaquil, otras no tan alegres como cuando lo agarraron de la camisa y lo sacaron a la fuerza de la calle, o cuando le dijeron que si tomaba una foto mas lo mataban.