El príncipe
Quien haga una primera lectura de este pequeño libro, sin evocar el escenario social y político de su época, se interesará, por sí o por no, en las razones de su universal celebridad. Escrito con sencilla concisión clásica, sin elevarse a trascendencias metafísicas o teologales, ni exhibir la profundidad de su pensamiento, implacablemente registra, en el sumidero de la humana conducta política, todo lo que sea útil, como instrumento de poder, al gobernante (el príncipe) capaz de alcanzar la unidad y grandeza italiana por encima de lo bueno y de lo malo.