Comunicación (re)humanizadora
Ruta decolonial
In-comunicación y deshumanización van de la mano. Subyugar al Otro
es un móvil que las entrelaza. Ambas perviven en la colonialidad.
Es en ese marco general, inaugurado por el proceso de conquista
y colonización que desde finales del siglo XV reorganizó la geografía
mundial e hizo surgir la Modernidad, donde se sitúa la negación
comunicacional aún vigente, a la cual subyace la anulación ontológica
de personas y pueblos.
Ese desconocimiento radical implicó la imposición de códigos
culturales ajenos, la invisibilización sistemática de los que resultaron
sometidos, así como la interferencia, mediación forzada y aun ruptura
de sus intercambios preexistentes; además, supuso la infravaloración
extrema de la otredad, el silenciamiento de su palabra y la ignorancia
de su historia.
Así, el proyecto civilizatorio occidental edificado a partir de tales
cimientos se fue consolidando de forma paulatina hasta establecer una
estructura de relaciones jerarquizadas y desiguales, dentro y entre los
países, que posteriormente resultó casi normalizada. Un factor central
para ello fue y es el del conocimiento, que legitima un determinado
tipo de verdades o resulta usado incluso para brindar sustento a
concepciones expoliadoras de la vida.