Reseña

Edward del Río, un empresario particular, asesor de relaciones públicas de un movimiento político copartícipe del gobierno de turno, divorciado y visionario; es acusado de un fraguado delito, manipulado por las influencias mal sanas de un ex funcionario, y sentenciado a cumplir una condena que la pagaría en la cárcel regional del Estado. Luego de perderlo todo, inicia un camino de lucha en contra del sistema que lo destinó a vivir varios años preso. Su ánimo de cambio y equidad social, se pone de manifiesto en la lucha que inicia dentro de los patios y espacios de la prisión. Su deseo en encontrar una plataforma de oposición frontal contra los procedimientos de la cultura represiva que se vive al interior de los Centros Penitenciarios, lo impulsan a estudiar Derecho y recibirse como Abogado de los Tribunales de la República.

Ya en libertad, logra crear un Movimiento Político que a la postre, se consolida y prevalece en las elecciones a legisladores, posteriores al término de un período nefasto y autócrata, que deja un país en crisis y una corrupción revelada en los altos mandos del gobierno saliente y del heredado, que gana las elecciones con sabor a fraude.

En medio de su vivencia carcelaria, revive el amor único por su ex compañera y alumna; amor que le devolvería el valor para seguir luchando por su libertad, y lograr un cometido político.

La narrativa, envuelta en un escenario donde se resuelve el amor entre Edward y Tatiana, se basa en relatos y vivencias reales, parecidas a las que sufren la mayoría de detenidos en el país del cacao y el petróleo. Es romántica, atrevida y llena de sueños de dos amantes, que al final terminan juntos en la misma batalla. Expone de forma cruda y sin censura, una realidad escondida tras las estadísticas y los informes burócratas de funcionarios mediocres, y autoridades de turno. El lenguaje utilizado, es cruento y directo, no encasillado al interés de los que ocultan la verdad tras los barrotes de la prisión y expone fallas propias de los sistemas convenidos a dictar burdas normativas teóricas, detrás de los escritorios sin ninguna aplicación real.