¡Corran, ahí baja el infierno!
«Respiró con todas sus fuerzas y buscó la forma de llegar a La Comuna, a su barrio, a su hogar. Tuvo que caminar cerca de una hora para subir a su domicilio. En el camino solo veía llanto, caras de desesperación, gente corriendo con sus celulares al oído. Una señora lo vio como si se encontrara de frente con el diablo. Su apariencia debía ser terrorífica. Y sí, ensangrentado, la cara hinchada y lleno de lodo: un jinete del apocalipsis sin su caballo».
¡Corran, ahí baja el infierno! Narra el aluvión ocurrido el 31 de enero de 2022 en La Gasca y La Comuna, una catástrofe que nos recuerda la vulnerabilidad que vivimos año a año en la época de lluvias en una ciudad rodeada de montañas, pero también un deseo y una denuncia por vivir bien.