Sombras de amor y muerte
Resulta curioso, pero no sorprendente, que el conjunto de diez relatos que componen “Sombras de amor y muerte”, se refieran al problema de la posibilidad de conocer-permear en y al otro, y que por ende, constituyan un pequeño tratado acerca, de los problematicidad filosófica del amor y la muerte.
Es así que “La desconocida” de mi autoría, plantea la cuestión de la existencia de la mujer para el hombre, tema sobre el que va a discurrir esta obra. Es así que “Apertura Prekova” manifiesta los conflictos entre racionalidad y pulsión que parecen verse superados a la luz del amor, cuando “[la muerte] ejecuta una apasionada danza”. “(En) la flor de la vida”, lleva el planteamiento inicial ad extremis, pues en el mismo, la mujer solo puede comprenderse como símbolo de lo bello-meseánico. “Cuando la espera termina”, conjuga la visión de la mujer como objeto-deseo, con el papel de la epístola en la comunicación romántica, es así que el autor nos pregunta: ¿existe la posibilidad de dirigir, de manera absoluta un mensaje a la persona amada?
“La noche inminente”, revitaliza la cuestión acerca de la observación del ser amado, pero desde la dimensión femenina, que talvez devela a la mujer como el ser que (a diferencia del hombre) conoce que el mismo no existe, y aún así es capaz de amarlo. “Doble o nada”regresa sobre el problema de la percepción de la muerte, o inexistencia de la mujer-relato como hecho trágico para el hombre. “La historia del marinero inglés” es el contra relato de “La noche inminente”, en el que el hombre es incapaz de observar a la mujer, y que por ende busca su destrucción. “La sombra” ofrece una visión de la muerte como acontecimiento ligero, y de cierta manera (des) configura el nudo gordiano de este trabajo.
Finalmente “San Michele” rescata la figura de Ezra Pound, y formula una pregunta impostergable: ¿no es acaso la literatura un intento por dialogar con el amor?, y acaso si ese intento fracasa, ¿el autor sumido en una noche cada vez más profunda, se ve abocado a dialogar con la muerte, a través del suicidio?
RAMIRO URGILÉS CÓRDOVA