Reseña

El embarazo en la adolescencia es considerado por la OMS como un embarazo de riesgo, debido a las repercusiones que tiene sobre la salud de la madre y el producto, pudiendo surgir entorpecimientos graves e incluso mortales, aumentando de esta manera la tasa de morbimortalidad materna y neonatal, además de las secuelas psicosociales en definitiva sobre el proyecto de vida de la adolescente.
La prevención de patologías durante el embarazo de la adolescente comienza desde su desarrollo físico-sexual con un enfoque principalmente de salud pública en contexto estructural, promoviendo desde todas las perspectivas, el conocimiento de sus derechos con énfasis en los sexuales y reproductivos en un marco de coordinación interinstitucional e intersectorial, con activa participación para impulsar un desarrollo saludable tanto de la madre como del producto garantizando una atención de calidad, integral periódica y participativa de la madre adolescente.
Las adolescentes embarazadas tienden con mayor frecuencia a sufrir abortos, en sus diferentes tipos, pudiendo ocasionar hemorragias significativas. Embarazos ectópicos, preeclampsia, eclampsia, trastornos hipertensivos, infecciones vulvovaginales y de transmisión sexual, déficits nutricionales contribuyendo al desarrollo de anemia, todos estos asociados a causas de muerte materna.
Es importante trabajar inicialmente con planes de promoción y prevención de patologías del embarazo en la adolescencia, ya que proporciona la certeza de que se previene todos los riesgos que se pueden presentar al interior de esta etapa, es por esto, que resulta imprescindible la inmunización materna ya que protege tanto a la madre y al feto de la morbilidad de ciertas infecciones. La intervención en cada una de las etapas durante el embarazo implica fortalecer factores protectores de su salud en los controles pre y postnatales, para que la adolescente sea capaz de gozar de una vida plena tomando decisiones autónomas englobadas a mantener un embarazo saludable.