Reseña

El libro de Wilman Ordóñez Iturralde representa una importante contribución a la etnografía del Ecuador. A través de numerosos registros de campo describe aspectos sobresalientes de la danza, música y oralidad de la cultura montubia, que el lector podrá descubrir a lo largo de la obra. Tales registros tomaron a Ordóñez varias décadas de un trabajo in situ y, vale resaltarlo de nuevo: forman parte del más importante repositorio patrimonial de esta cultura. Ojalá que el Estado ecuatoriano y sus instituciones culturales y educativas asuman la responsabilidad que les corresponde, y coadyuven a la catalogación, digitalización y democratización de este repositorio, para beneficio de la sociedad ecuatoriana, tal cual ha sido el deseo de su autor.

Lo mencionado es tan solo un pequeño pincelazo que intenta dar un atisbo del amplio ámbito de esta obra de gran importancia y profundidad. Ordóñez, sin duda, nos brinda un trabajo con un sustancial componente autoetnográfico, en cuyas páginas indaga y reflexiona sobre la sabiduría de sus ancestros, que es la suya también, y que le ha permitido reconstruir la historia y los rasgos identitarios impregnados en las danzas, música y cultura oral del pueblo montubio. Un texto único y de consulta obligatoria en la esfera académica, cultural y artística; un aporte significativo sobre el cual la sociedad ecuatoriana debe estar agradecida.