Reseña

La ergonomía se revela como la ciencia interdisciplinaria enfocada en la mejora sistemática del entorno laboral, de forma tal que se minimicen las probabilidades de ocurrencia de accidentes o enfermedades profesionales, desarrollándose con dicho objetivo o un conjunto de acciones, protocolos y estrategias que garanticen un uso óptimo de equipos, maquinarias, mobiliarios coma y entre otros elementos que intervienen en la materialización de actividades productivas (Gavilánez et al., 2021).

Debe tomarse en cuenta que la ergonomía es una ciencia que se encuentra en constante desarrollo, como resultado directo de los ingentes avances científicos técnicos que modifican y perfeccionan las herramientas y medios de producción, de ahí la importancia de garantizar la adaptabilidad de dichos elementos a las necesidades humanas con el objetivo de facilitar y potencializar su que se verifiquen efectos colaterales que incidan negativamente sobre la salud humana.

El desarrollo de protocolos, estrategias y adaptaciones ergonómicas a las herramientas se remonta al año 3000 a.C. en el antiguo Egipto, etapa en la cual se proyecta la construcción de las pirámides, hazaña arquitectónica para la cual no solamente fue necesario preparar un personal altamente calificado, sino también se desarrollaron herramientas que facilitaban el desempeño de las actividades laborales y garantizaban la precautelación efectiva de la salud de los trabajadores, que no podían ser sustituidos dado que las actividades que desarrollaban demandaban prolongados períodos de aprendizaje y experiencia (Escudero, 2016).

Es importante de igual forma destacar que en la Grecia antigua para el año 776 a.C. Se desarrolló una industria artesanal y vinícola floreciente que demandó el desarrollo de herramientas que facilitasen la labor a ser desarrollada, al mismo tiempo que garantizaban la salud de los trabajadores que poseían un elevado nivel de especialización y por lo tanto debían ser preservados dada la dificultad de encontrar artesanos y especialistas en la producción de vinos con experiencia, de ahí que la cultura griega haya prestado esmerada atención al desarrollo de herramientas ergonómicas tales como el torno alfarero para potencializar el desarrollo productivo y garantizar al mismo tiempo la salud de los trabajadores.

La importancia del desarrollo de protocolos ergonómicos así como de herramientas que garantizasen la seguridad y el uso óptimo por parte de los trabajadores quedó manifiesto para 1776 durante la primera revolución industrial que se llevó a cabo en el Reino Unido, de forma tal que se evidenció que la mecanización a partir de las primeras industrias impulsadas por el vapor garantizaban un mayor ritmo productivo y una mejor calidad en el producto final, aunque a un el factor humano jugaba un papel primordial en el proceso productivo por lo que su cuidado y atención eran clave dado que existían labores especializadas que demandaban amplia experiencia y capacidades que solamente podían desarrollarse a partir de prolongados períodos de entrenamiento.

A principios del siglo XVIII se materializaron los primeros estudios ergonómicos con el objetivo de adaptar el uso de la maquinaria a las necesidades humanas para de esta forma potencializar la productividad y garantizar la seguridad de trabajadores claves los cuales desarrollaban los procesos productivos de mayor complejidad y por lo tanto debían ser preservados de posibles accidentes y enfermedades profesionales que los inhabilitaría para desarrollar sus actividades productivas, y por lo tanto afectarían de forma integral el ritmo de producción, situación que para los capitalistas de la época era inaceptable (Santamaria, 2018).

Hasta el presente la importancia de la ergonomía radica en desarrollar herramientas, equipamiento y protocolos de uso de los elementos que intervienen en los procesos productivos de forma tal que se preserve de forma efectiva la salud integral del trabajador, aunque debe destacarse aquí la posibilidad de que ocurran accidentes o que se adquieran enfermedades profesionales como resultado del desarrollo de actividades productivas siempre persistirá, aunque es importante tomar en cuenta que la observación de las pautas, estrategias y medidas ergonómicas incidirá positivamente en la minimización de dichos eventos.

El incremento de las exigencias laborales en la sociedad contemporánea como resultado directo de la complejización de los procesos productivos, se revela la actualidad como el principal estímulo para el desarrollo sistemático de las ciencias ergonómicas, de forma tal que la implementación de medidas ergonómicas son una constante en la industria contemporánea, con los mismos objetivos que fueron desarrolladas durante la primera revolución industrial del siglo XVIII, incluso la necesidad del desarrollo económico en la actualidad se revela como crítico dado que el desarrollo de nuevas tecnologías de la información y la comunicación que hacen uso de pantallas digitales, ondas de baja frecuencia entre otros elementos demandan de la observación de protocolos ergonómicos que garanticen la salud integral de los trabajadores (Granja & Buchelli, 2020).

Es importante tomar en cuenta que como resultado directo de los avances científicos técnicos aplicados a la productividad, los requerimientos ergonómicos se han multiplicado, de ahí que esta ciencia gane un mayor espacio e interés como resultado directo de la necesidad de garantizar la salud integral de trabajadores que demandan mayores períodos de entrenamiento para desarrollar actividades de mayor complejidad, y por lo tanto se hacen imprescindibles como factor humano de difícil reemplazo, siendo la aplicación de los protocolos ergonómicos a las diferentes actividades productivas que desarrollan, la única respuesta efectiva para garantizar el mantenimiento del modelo productivo contemporáneo.