Reseña

Un fantasma añejo y contemporáneo al mismo tiempo recorre los senderos de este libro: salta en espiral, en línea recta; sube y baja escalones, experimenta estructuras no convencionales; se beneficia de la ironía, del tremendismo, y, en ocasiones imprevistas, hasta del sarcasmo. Juega con el ritmo, con la metáfora, con la imagen; se alimenta de recuerdos, de pasión, de paciencia.
Escudriña los filamentos del amor, sobre todo del amor comprometido, de aquel amor nacido en la lucha callejera, con la acción y la consigna por delante, compartiendo el privilegio del espacio con el viento.
Reivindica hechos y personajes de la historia patria que no solo son un ejemplo que perdura y se agranda cada día, sino que con su heroísmo han forjado nuestra identidad, nuestro particular carácter del ser ecuatoriano.
Pero al mismo tiempo y con la misma fuerza tritura a los perversos, a los corruptos que se creen con el derecho divino de gobernar, degradando los sentimientos y el orgullo de un pueblo altivo, generoso y solidario.
Este fantasma que vuela y se deshuesa entre las palabras, que sale a la calle, que condena la opulencia, el despilfarro de unos pocos privilegiados sobre la miseria de muchos, que se alimenta de amor, de broncas, de frustraciones, de esperanzas: se llama PANFLETO.