Reseña

En el año 2020, Ecuador sufrió las dolorosas consecuencias de la pandemia del covid-19 y su cuestionada gestión gubernamental. Nos referimos, específicamente, a las afectaciones vividas en la ciudad de Guayaquil, cuyas comunidades debimos lidiar con una crisis sanitaria y funeraria que dejó cadáveres visibles en hospitales, casas y calles; y con las implicaciones de un confinamiento obligatorio dispuesto como medida de emergencia. En dicho contexto, un pequeño equipo de investigación de la Facultad de Ciencias Psicológicas de la Universidad de Guayaquil llevó a adelante un estudio cualitativo, desde una perspectiva de salud colectiva y psicología comunitaria crítica. El presente libro es una sistematización de dicha experiencia, luego de preguntarnos: ¿Cómo se documentó y ejerció el poder en nuestro estudio? A partir de la recuperación del proceso vivido, planteamos una serie de reflexiones de fondo y puntos de llegada relevantes, no solo para aprender lecciones enraizadas en el contexto del 2020, sino para los tiempos actuales y venideros. Subrayamos las limitaciones estructurales que tanto los participantes del estudio como el equipo investigador enfrentamos al momento de ejercer nuestro poder, en el marco de una estratificación social injusta e inequitativa sostenida culturalmente. Comprendemos tales limitaciones como parte de procesos de determinación social, que condicionan lo que puede o no hacerse desde diversas instituciones, organizaciones, comunidades, grupos y sujetos. Simultáneamente, visibilizamos valiosos usos del poder desde territorios urbanos locales, incluidos aquellos históricamente excluidos; y, parcialmente, desde la academia. Entendemos dichos usos del poder como resistencias comunitarias, posibles a partir de diversas autonomías relativas. Nuestra finalidad con este modesto libro es la de compartir saberes con quienes hacen política pública, universidades, profesionales, así como diversas organizaciones trabajando desde – y junto a – comunidades locales. Aspiramos contribuir a espacios de diálogo, pensamiento crítico, y posibles acciones colectivas – incluidas aquellas propuestas o apoyadas desde la academia - encaminadas a construir ciudades más justas, saludables y humanas, trascendiendo la coyuntura pandémica. Se trata de un libro enfocado en el caso guayaquileño, pero potencialmente útil, además, para otras ciudades que pretendan cuidar el bienestar humano de forma contextual, ecológica, solidaria y sustentable.