Reseña

… Pero los cuentos solo hablados se olvidan, se distorsionan, se pierden; entonces surge la genial idea de Julia: “Abu, ¿y por qué no los escribimos”? Y aquí está el trabajo de esa niña inquieta, perseverante, persistente que nos obliga a juntarnos horas y horas de trabajo, de compartir, de reírnos a veces a carcajadas para finalmente ofrecerles los cuentos y aventuras del abuelo escritos con toda sencillez y naturalidad.