Reseña

El autor Camilo Andrade presenta en un ensayo de investigación lingüística, una aproximación a la etimología de las voces sumergidas de la toponimia andina del Ecuador, lo hace rastreando de manera multidisciplinaria, la etnohistoria, la archivística, la geografía y otras disciplinas transversales para así lograr un acercamiento a las motivaciones onomásticas ancestrales que nos han legado las culturas ágrafas.
En esta investigación, el autor coteja un extenso abanico de topónimos y antropónimos en toda el área andina del Ecuador y para ello incursiona en la reconstrucción diacrónica de las lenguas barbacoanas de sustrato, antecesoras a nuestras lenguas vivas aborígenes. Los relictos toponímicos de las lenguas extintas y su reinterpretación han sido clave para postular una incorporación hipotética de los idiomas panzaleo, puruhá y cañari a la gran familia lingüística barbacoa, la cual se ha difundido desde tiempos inmemoriales en extensas zonas del Ecuador.
La historia lingüística del Ecuador es un terreno fértil que ha estado abandonado en barbecho y que sin prejuzgar cuáles serán los caminos que recorrerán los lingüistas en el futuro, se puede aseverar que dicho terreno ofrece condiciones óptimas para la germinación de nuevos frutos. 
Esta investigación está direccionada especialmente a la descripción lingüística de los nombres de montañas y volcanes más significativos del Ecuador andino, y a descubrir la estrecha relación de pertenencia que tenían los grupos étnicos con la tierra, lo que se manifiesta explícitamente en el lenguaje y sus connotaciones simbólicas.