La mujer que nunca reía
La obra de Murillo Garnica se presenta como un relato conmovedor y melancólico que se establece a partir del diálogo de dos voces femeninas, Leila y Lucía en su postrera vida, y a quienes las circunstancias de la vida les muestra que recordar es sinónimo de dolor e incertidumbre. Con mucha delicadeza y un alto grado de sensibilidad la narrativa resuena emotivamente como un fotograma cargado de sonidos y rudeza, tal como si fueran los recortes de una cinta cinematográfica de época.