Moscow, Idaho
Este escritor camaleónico se transforma en un artista de las letras donde la honda melancolía andina se pinta en una ciudad gringa llamada Moscow. Ya desde el territorio, que sirve de lienzo para el lugar de enunciación, queda retratada la ironía que acompaña cada página a una de las obras más experimentales de la literatura ecuatoriana.
El ambiente desolado de esa localidad de Idaho, donde un ecuatoriano va a estudiar su doctorado, sirve de telón de fondo para comprender que perder es cuestión de tiempo, pero, a la vez, enseña que saber perder es saber ganar. En medio de un paisaje vacío, Mayorga apela al humor y crea un anecdotario irreverente donde da cuenta que más allá
de la geografía, las cartografías de las entrañas y el corazón son las que nos determinan. Una duplicidad de narradores, como voces siamesas, hablan de la muerte y de la vida, de los triunfos y las derrotas, de los amores y los desamores… todo esto desde la intensidad y minuciosidad del lenguaje que sopla como el viento hasta romper nuestras mejillas, dejándonos pobre el aliento y con el habla incapaz. Con este libro, Mayorga se convierte en un escritor feroz, cuya ferocidad todos debemos atrevernos a acariciar.