Reseña

El COGEP establece una nueva figura jurídica a la que denomina como
“testigo hostil”, gracias a la cual el testigo que se muestra reticente a responder un interrogatorio o que realiza maniobras tendientes a evitar responder el mismo, puede ser calificado como un testigo hostil, lo cual permite que sea sometido a un interrogatorio sugestivo. La necesidad que tuvo el legislador para haber consignado esta nueva institución responde al criterio de que la construcción de la verdad procesal que realiza el juez, en el proceso sometido a su conocimiento, no puede
verse perjudicada por la actuación poco colaborativa o evasiva de quienes son llamados a testificar. Por ello y para que el juez tenga un conocimiento adecuado de los hechos controvertidos sometidos a su decisión se establece la calificación de hostilidad, con lo cual el juez puede tomar una decisión justa. Los casos de hostilidad, ni los efectos que dicha hostilidad producen en el proceso judicial no están normativamente especificados razón por la cual se realiza un estudio
minuciosos de la legislación comparada y de la dogmática jurídica con la finalidad de establecer que debe entenderse por testigo hostil, cuales son los supuestos en los que puede otorgarse esa calificación y las repercusiones que se derivan de tal calificación. Para ello la investigación se sustenta en amplia doctrina y datos
estadísticas gracias a los cuales se elabora una propuesta de reforma del artículo 177
numeral 7 del COGEP que habilite una adecuada aplicación de esta institución
jurídica y se evite cualquier arbitrariedad judicial en el uso práctico de esta novedosa
institución establecida en la flamante legislación procesal vigente en el Ecuador.