Lo que me queda de animal
LO QUE ME QUEDA DE ANIMAL
Un título mágico para un largo y sostenido poema epopéyico que recoge la vida del ser humano, en una biografía vivencial, personal y colectiva, mitológica y verídicamente real, regresando al vientre de la naturaleza terrenal planetaria a la energía cósmica universal, en distintos pasajes, etapas y momentos cíclicos históricos del pasado y del futuro.
No cabe duda que Sylvia García Flor, es una gran poeta, por el manejo diestro de la escritura y la elevación lírica de la palabra que desborda su trabajo literario con profundos pensamientos. Dotada de una extraordinaria versatilidad para crear y darle voz y plasticidad a su imaginación, pues, también es una magnífica artista plástica, este poemario es una prueba fidedigna de una poesía de gran significación lírica en la poética ecuatoriana; del sincretismo de una personalidad y un estilo poéticos caracterizados con la palabra auténtica, límpida, afectiva, y tierna en muchos pasajes, a través de un lenguaje sumamente denotativo que no tiene límites dentro de su imaginación para avisorar el futuro; y una forma libre, segura, firme de estructurar su discurso literario para entregar su mensaje que es un canto a la memoria, a la esperanza, a la libertad del ser, símbolos en la historia de la humanidad por los tiempos de los tiempos; y como una luz que guía dentro de una historia planetaria para la cual no hay pasado ni futuro. sino un permanente presente, en el que la poesía, es ese sentido de vida, y si cabe, de la vida misma de un ser humano hondamente sensible, como lo es Sylvia García Flor, que con su palabra, su amor a la naturaleza y a la humanidad, - en una simbiosis muy bien lograda - nos habla desde su corazón y su pensamiento y nos conmueve poderosa y rotundamente.
Este poemario se inscribe dentro de la mejor poesía publicada en los últimos años en nuestro país.
Simón Zavala Guzmán,
Poeta y Ensayista