Horizonte Pedagógico Pastoral
La presentación del Horizonte Pedagógico Pastoral publicado en 2016 comenzaba con el análisis de la palabra HORIZONTE y se la identificaba como un sacramento de vida para seguir caminando, que no se capta con una simple mirada, sino que se contempla con el alma, para que el horizonte se vuelva sacramento que nos ayude a llegar a la meta que anhelamos.
Y para que este sueño no se volviese quimera, se tendría que estar consciente desde qué tierra se mira el horizonte, porque el lugar donde están nuestros pies nos hablará del trabajo que tenemos que hacer y nos proporcionará la esperanza de una organización capaz de hacer brillar, en nuestro caso, una educación para la transformación, para la justicia, para el derecho, para la trascendencia; una verdadera educación donde la persona se empodere y siga manteniendo el protagonismo de su propia historia y la antorcha de un aprendizaje de calidad para todos y todas.
Hoy han transcurrido 8 años del Horizonte Pedagógico Pastoral y un año y medio de revisión participativa que nos ha permitido evaluar y reescribir colectivamente este documento, para que se adapte a las nuevas realidades que los cambios socioambientales y educativos, nos demandan.
Este es un documento donde se recrea todo el sentir y el quehacer de Fe y Alegría, es el lugar donde se puede contemplar la identidad y accionar del Movimiento y, ante la palabra y la idea dada, podemos encontrar la acción para seguir caminando, y el espíritu cristiano que alimenta el esfuerzo para buscar caminos que posibilitan una verdadera educación transformadora capaz de traspasar los muros de la escuela.
Sin duda, el afán de alcanzar un mayor compromiso cristiano por la justicia, que la misma fe y la historia de la Educación Popular nos exigen, ha permitido que podamos construir y, después de 9 años, reescribir el Horizonte Pedagógico Pastoral con el propósito de tener a la familia de Fe y Alegría fortalecida en un mismo espíritu, con procesos educativos que van más allá de la escuela; proyectando sociedades y comunidades, donde niñas, niños y jóvenes, hombres y mujeres se empoderen de sus derechos y responsabilidades para que prevalezca la dignidad de cada persona y una verdadera convivencia entre hermanas, hermanos y con la madre tierra.
Por último, como decíamos en nuestro primer Horizonte Pedagógico Pastoral: Éste procura ser un medio de inspiración que nos permita ser coherentes con la educación popular y desde allí trazar una hoja de ruta, no una camisa de fuerza, para la familia de Fe y Alegría, especialmente para sus equipos directivos, que serán los primeros en CONTEMPLARLO. La intención es que todos podamos “EDUCAR HUMANIZANDO EL CORAZÓN PARA LA LIBERTAD Y LA JUSTICIA”.