Reseña

La experiencia de recibir un buen masaje es capaz de transportarnos a una maravillosa sensación, que nos permite conectar con nuestro cuerpo contribuyendo a lograr la armonía psico-física de la persona y el equilibrio del organismo Douglas Graham enfatizó que el masaje es un potente agente con efectos directa o indirectamente sobre la función del cuerpo humano; en una de sus investigaciones recalcó que diez minutos de masaje bien ejecutado tiene el mismo efecto que toda una noche de reposo.
La masoterapia es una asombrosa alternativa de tratamiento no farmacológico, que no sólo genera grandes beneficios sino también potencia la calidad de vida, destacando que se puede utilizar para tratar condiciones musculares, pero también para prevenirlas. El masaje terapéutico ha sido estudiado, analizado y aplicado en las etapas del ciclo vital, el cual se ha visto reflejada en la creación de institutos de investigación científica que han permitido innovar la manera de aplicar el masaje de la mano de la tecnología.
En la piel se encuentra alrededor de 5 millones de receptores que envían impulsos nerviosos al cerebro a través de la médula espinal; el tacto es uno de los primeros sentidos en desarrollarse y posiblemente sea el último en desaparecer. El masaje es una combinación de movimientos técnicos manuales o maniobras realizadas de manera armoniosa y metódica, con fines higiénico-preventivos o terapéuticos, que al ser aplicado con las manos permiten valorar el estado de los tejidos a ser tratados. Además, el masaje permite que el paciente cree un clima de confianza hacia su fisioterapeuta, obteniendo resultados positivos en la aplicación del tratamiento. Existen distintos tipos de masajes que utilizan varias maniobras, cada una posee características que las distinguen en cuanto a su técnica, indicaciones, contraindicaciones y efectos fisiológicos.