Niveles séricos de las hormonas tiroideas, alimentos bociógenos y síndrome metabólico
La glándula tiroides es un órgano endocrino clave en la regulación
de diversos procesos metabólicos, ya que sintetiza las hormonas
tiroideas tiroxina (T4) y triyodotironina (T3), necesarias para el
funcionamiento adecuado del organismo. Los desórdenes de la tiroides
pueden clasificarse en dos grupos principales: aquellos relacionados
con la producción de hormonas tiroideas, como el hipotiroidismo e
hipertiroidismo, y los que implican alteraciones estructurales, como el
bocio y las neoplasias.
Existe una relación estrecha entre la dieta y la función tiroidea. Por un
lado, el yodo es un mineral esencial para la producción de hormonas
tiroideas, y su deficiencia puede causar bocio y problemas neurológicos
en niños. Por otro lado, existen alimentos denominados “bociógenos”
que pueden interferir en la absorción del yodo o en la secreción de
hormonas tiroideas y favorecer un aumento del tamaño del tiroides
(bocio), como la soja o derivados, brócoli, coliflor o kale.
El objetivo de este estudio es establecer la relación entre los niveles
séricos de las hormonas tiroideas y el consumo de alimentos
bociógenos en sujetos con Síndrome Metabólico que desconocen
alteración tiroidea en la provincia Bolívar- Ecuador. Se realizó una
investigación descriptiva correlacional, analítica y transversal con
diseño no experimental, en una muestra de 68 sujetos de ambos sexos
con diagnóstico de síndrome metabólico y alteraciones de los niveles
de hormonas tiroideas.
Se aplicó una encuesta nutricional para conocer la frecuencia y cantidad
de consumo de alimentos bociógenos, y se evaluaron parámetros
antropométricos y bioquímicos, incluyendo los niveles de glucosa, TSH
y T4 libre en sangre. Se realizaron pruebas de asociación y correlación
entre las variables, fijando un nivel alfa de 0,05.
Los resultados muestran que una mayor frecuencia de consumo de
brócoli, espinaca, rábanos, repollo y soya se relaciona con niveles
más bajos de T4 libre, con una correlación negativa estadísticamente
significativa (p<0,001 y p=0,008, respectivamente). En contraste,
otros alimentos como col rizada, col de Bruselas, nabos, duraznos,
fresas, peras, uvas, yuca, nueces y maní no mostraron correlaciones
significativas con los niveles de T4 libre.
En conclusión, un mayor consumo de ciertos alimentos bociógenos,
como brócoli, espinaca, rábanos, repollo y soya, se asocia con niveles
más bajos de T4 libre en sujetos con Síndrome Metabólico. Sin embargo,
la ingesta de estos alimentos no afectó la función tiroidea evidenciada
a través de los niveles de TSH.