El ADN del Liderazgo Ejecutivo
El código que define a los líderes que cambian el mundo
La realización del presente trabajo “El ADN de Liderazgo Ejecutivo”, surge de la necesidad de compartir las experiencias, vivencias y formación académica del autor; para incentivar a todas aquellas personas que ejercen funciones empresariales y directivas (públicas y privadas), a docentes, jóvenes estudiantes y al público en general que son líderes y conducen organizaciones en el presente siglo XXI, de múltiples retos y de constantes cambios de la revolución de la inteligencia y la imparable revolución tecnológica, en un mundo globalizado de ciudadanía planetaria y de comunicaciones cibernéticas.
Se abordarán temas sobre “Liderazgo Ejecutivo”, partiendo de la premisa básica y fundamental de que todo ser humano ha nacido para triunfar, y que un ser humano desde la génesis surge del genoma humano con todas las características para vencer todos los obstáculos inimaginables; por lo tanto, el milagro de la vida enrumba a la creación hacia el éxito.
Se analiza la importancia de la formación de una persona en la preparación de diversas actividades preliminares, tales como actividades sociales, culturales, deportivas, la formación y capacitación en la academia, la lectura y escritura, todas aquellas participaciones en eventos grupales que le permitan interactuar y fortalecer su actuación como persona; sumando a todo lo descrito, conocer los elementos básicos del proceso administrativo, tales como planificar, organizar, dirigir y controlar como fundamento base para iniciar esta fascinante actividad, la del liderazgo.
Para un liderazgo ejecutivo y eficiente, hay que partir de la necesidad de perder el miedo en todas las acciones a desarrollarse, por lo que se dan claves prácticas como enfrentar, poniendo énfasis en el criterio de que se tiene que creer en sí mismo como una acción positiva para iniciar este fascinante mundo ejecutivo.
En el presente trabajo se diferencia al líder y al ejecutivo, definiendo su ADN, cuáles son sus cualidades y cómo se configura un líder, partiendo de la importancia de su autoestima, la creatividad y la inventiva, retroalimentando la iniciativa con la que debe contar, con un excelente optimismo y de un grado de conciencia elevado, siendo empático, con una gran capacidad de relacionarse con todos y actuando con positivismo ante la adversidad, bajo una autonomía vital para su supervivencia que le genera una independencia para la reflexión y el autoanálisis.
Las organizaciones, para su proyección, desarrollo y crecimiento, requieren de personas que ejerzan un “liderazgo ético y vertical”; en él se evidencia su honestidad y excelentes principios de proyección futurista, con cualidades óptimas de vencer los obstáculos que se presentan día a día. Su norte está perfectamente proyectado y su camino inclaudicable, el de conquistar lo imposible.
El líder nunca se siente jefe; al contrario, es el personaje positivo que conduce y dinamiza los mejores proyectos y, sobre todo, enseña a todos sin egoísmo cómo se trabaja por objetivos mayores y altruistas, predica con el ejemplo siempre hacia ideales y acciones superiores. Sus cualidades demuestran la importancia de trabajar en equipo, con decisión y una gran voluntad férrea Y una disciplina voluntaria exigente en la que no hay espacio para la mediocridad. La velocidad de ejecución para resolver un problema debe ser un constante, ya que las organizaciones son dinámicas y evolutivas; por lo tanto, de su direccionamiento oportuno, depende la velocidad de desarrollo empresarial, ya que la competencia, nunca da tregua para la pausa, “quien pega primero, pega dos veces”, ahora que la marcha de las empresas son muy ágiles y oportunas, requieren de hombres y mujeres que trabajen sin detenerse, ya que vivimos una era de la revolución tecnológica y el de la revolución de las ideas y acciones.
La ejecución eficiente de las múltiples actividades que desarrolla un líder en las empresas, son los verdaderos escenarios en que se apalanca ese gran potencial creativo bajo la premisa básica y fundamental de que”Lo que la mente crea, el hombre lo puede realizar” que es el eje motriz de un líder, para llevar adelante una organización hacia la eficiencia y la creatividad, y estar siempre un paso adelante de la competencia sin pérdida de tiempo, y cumpliendo con estándares de calidad y sobretodo brindando servicios oportunos y de calidad a nuestro público objetivo.
Espero, que el presente aporte sea una fuente de motivación e impulso para que usted, respetado lector, se motive y comprenda que no hay que ser un genio para conducir a las instituciones; solamente hay que poner en práctica el sentido común y ciertas recomendaciones técnicas como instrumentos básicos que se requieren para complementar este mágico y maravilloso mundo de liderazgo ejecutivo, que cambia vidas y que le permitirá alcanzar la eficiencia y la calidad, siempre apuntando a que las instituciones que las dirigimos, rompan paradigmas e irrumpan la mediocridad.
Adelante, el camino que viene es fabuloso.
El autor.