Familias troncales: Los Cisneros (I)
Una de las familias más ligadas a la vida de Otavalo, son sin la menor duda los Cisneros, baste decir que están presentes desde 1569. Pero ha sido una presencia a saltos, es decir no permanente y eso nos da un diagnóstico un poco complicado en virtud de la temporalidad.
Se dice que la historia es asunto de fe: creer o no lo que sobre hechos pasados refieren quienes actuaron como sus testigos, cronistas o investigadores. Hechos que aluden, a su vez, a otras gentes que se van definiendo a través de subconscientes afirmaciones de vida, expresadas en sus modos y acciones, en variables circunstancias, tiempos, lugares. Un conocimiento de seres y cosas que vivieron un tempo moderato, sincrónico, y un tempo allegro, el del desarrollo poblacional, diacrónico, que no solo abultó familias, enraizándolas profunda y extensamente, sino que fue cambiando el ritmo de aquellas vidas hasta llegar al de hoy, agitado, agotador y cada vez más deshumanizado.
Esta es una visión de una historia social que comienza con un núcleo identificable, describible y que se expande cual mancha de aceite en papel hasta tornarse un complejo rompecabezas, donde se enlazan no solamente relaciones de parentesco, sino vivencias vinculadas a la cotidianidad, con toda su amplia gama de aconteceres.