Tutoría, educación, incidencia y prevención de la drogadicción
La adolescencia es una etapa crucial en la vida de una persona, caracterizada por cambios significativos en comportamientos e influencias, así como en el consumo de sustancias. Diversos estudios señalan que tanto niños como niñas suelen iniciar el consumo de drogas alrededor de los 12 o 13 años. Durante este periodo, la escuela juega un papel estratégico no solo como institución educativa, sino también como un entorno social que reúne a una población vulnerable y propensa a caer en vicios y delitos.
Se estima que más de 180 mil personas fallecen cada año debido al consumo de drogas y que más de 39 millones son adictas. Las personas que buscan tratamiento para liberarse de esta adicción son pocas. Aproximadamente 70 mil personas comienzan a consumir marihuana anualmente en Perú. La IV Encuesta Nacional del Consumo de Drogas en población general revela que tanto hombres como mujeres consumen en grandes números. Las cifras muestran que, entre los hombres, el consumo es de aproximadamente 60 mil, mientras que entre las mujeres es de 10 mil. Además, 5 de cada 10 consumidores de marihuana y cocaína presentan signos de dependencia.
Para abordar este problema y evitar que los estudiantes se acerquen al consumo de drogas, se implementaron actividades de capacitación y tutoría para los directivos, orientadas a la acción pedagógica y la formación en valores, con el fin de contrarrestar el consumo de drogas y generar acciones en torno a este flagelo social. La escuela debe ayudar a crear aptitudes en los estudiantes, impartir conocimientos y establecer una base de valores sólidos relacionados con la pedagogía y la salud. La implementación de tales actividades y sus efectos fueron evaluados y explicados en el presente libro.