Leer para pensar, jugar para comprender: Estrategias didácticas para desarrollar el pensamiento crítico en bachillerato
En la actualidad, el sistema educativo enfrenta el formidable reto de formar estudiantes capaces de trascender la mera memorización para convertirse en ciudadanos críticos, reflexivos y creativos. Nunca antes como hoy la escuela y sus docentes se han visto llamados a renovar sus prácticas frente a la avalancha de información, la evolución de los medios tecnológicos y la urgencia de construir mentes autónomas que puedan analizar, comprender y transformar su entorno. Ante este panorama, el libro que el lector tiene entre manos representa una respuesta valiosa, actual y pertinente, pues articula sólidamente la teoría con la práctica en torno a la lectura crítica y el pensamiento crítico en el bachillerato.
"Leer para pensar, jugar para comprender" estrategias didácticas para desarrollar el pensamiento crítico en bachillerato es mucho más que un repertorio de estrategias didácticas: es un puente entre la tradición pedagógica y los desafíos contemporáneos de la educación. Sus autores, reconocidos por su trayectoria investigativa y docente, abordan desde un enfoque riguroso las bases conceptuales de la lectura crítica, evidenciando su inevitable enlace con la formación del pensamiento analítico, la autonomía intelectual y el aprendizaje significativo. A lo largo de sus páginas, se despliegan argumentos sólidos sustentados en investigaciones actuales y en las mejores experiencias de aula, que demuestran el poder transformador de una práctica docente reflexiva, innovadora y sensible al contexto.
Uno de los grandes aciertos del texto es la integración de la gamificación y las tecnologías de la información y la comunicación como herramientas para dinamizar la lectura y la comprensión. En un mundo en el que los estudiantes conviven con plataformas digitales y recursos interactivos, los autores ofrecen propuestas concretas y contextualizadas, mostrando cómo el juego y la motivación pueden propiciar espacios para el debate, la argumentación y el descubrimiento personal. Así, las estrategias presentadas buscan no solo mejorar el rendimiento académico, sino también cultivar una cultura lectora activa y una ciudadanía crítica e informada.