Crianza con-ciencia. Una aproximación al cuidado infantil
El texto aborda la ineludible presencia de la violencia, centrándose en el maltrato infantil, un problema de salud pública global que afecta a niños de todas las razas, religiones y clases sociales. Según la OMS (2020), 1 de cada 5 mujeres y 1 de cada 13 hombres han sufrido algún tipo de abuso durante su niñez. Además, miles de niños menores de 15 años han muerto por homicidio, excluyendo los conflictos armados. El maltrato infantil, a menudo justificado como disciplina, otorga un falso sentido de poder a los padres. Desde una perspectiva psicoanalítica, Freud y Lacan sugieren que la agresión y la hostilidad son impulsos humanos innatos. Freud (1985) identifica una mezcla de Eros (pulsión de vida) y Thanatos (pulsión de muerte) en estas tendencias, mientras Lacan (1971) atribuye la violencia a la ruptura de lazos sociales. Aunque la cultura y la sublimación intentan contener estos impulsos, la violencia reprimida tiende a resurgir. El trauma infantil, vinculado por Freud al desarrollo de la histeria, también se asocia con neurosis obsesivo-compulsivas cuando los eventos traumáticos no pueden ser simbolizados adecuadamente, afectando profundamente el desarrollo del niño. La evaluación psicológica ha evolucionado desde Platón y Aristóteles hasta estudios modernos que consideran diferencias individuales y procesos mentales. Francis Galton y James McKeen Cattell fueron pioneros en la creación de pruebas psicológicas. La protección y seguridad de los niños en sus entornos familiares y sociales es esencial para su desarrollo emocional y mental. Estudios demuestran que la crianza basada en afecto y cuidado adecuado es crucial para un crecimiento sano. La enseñanza intergeneracional y la calidad de las relaciones parentales influyen significativamente en el desarrollo de los niños. La falta de habilidades de crianza adecuadas puede perpetuar la violencia y afectar negativamente el desarrollo infantil. El conocimiento y la práctica de una crianza respetuosa, que implica afecto y respeto, son fundamentales para romper el ciclo de maltrato.